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Técnica forense contra el robo de cobre

  • El Comercio - La Voz de Avilés
  • 22 jul 2015
  • 3 Min. de lectura

Xicu Mata, gerente de la empresa, durante una demostración del marcaje de material en un almacén de suministro eléctrico :: MARIETA

Una empresa avilesina introduce en Asturias un antirrobo pionero de ‘ADN sintético’

Lo último en la lucha contra el robo de tendidos eléctricos es más propio de una serie de forenses de la policía americana que de un clásico antirrobo. El ‘ADNsintético’ es la última arma con la que se pretende evitar una práctica que ha causado perjuicios económicos por cientos de miles de euros a administraciones públicas y empresas en los últimos años. «Hasta ahora, donde se ha utilizado, se ha observado una disminución del robo de cobre y del mobiliario urbano del 85%», afirma seguro de lo que ofrece Xicu Mata, gerente de la empresa avilesina Asturcón Seguridad que introduce en Asturias un sistema que llegó a España hace apenas un año. Por el momento, ya se está utilizando en diversos puntos de Cataluña, fundamentalmente.

El sistema es simple: consiste en un producto que resplandece al ser iluminado con una linterna de ‘luz negra’, o ultravioleta, y que encierra un ‘código genético’ que permite identificar sin ningún género de dudas la procedencia del objeto al que se le ha aplicado. La aplicación del antirrobo aparenta ser simple. Según la presentación del ‘ADN sintético’, se puede aplicar en aerosol o en forma de gel sobre el rollo de cable. Una vez seco, es prácticamente imperceptible –a lo sumo aparenta ser una especie de resto de pegamento transparente–, y permanece adherido al cable hasta un máximo de veinte años. «Permanece incluso si se quema el cable para sacar el cobre», explica Mata. A partir de ese momento, el cable se convierte en algo ‘invendible’. El gel sirve para adherir al cable una serie de códigos solo detectables al microscopio, únicos para cada propietario del cobre, que figuran en una base de datos centralizada y a la que tiene acceso la Policía.

«Con una simple linterna de luz ultravioleta, puedo saber si el cable ha sido marcado, y si me lo han robado, pedir que lo analicen para ver si es el mío», apuntaba José Manuel Marentes, de Electricidad Marentes, una de las empresas de suministros eléctricos que ya aplica el sistema. Solución a un grave problema «El problema del robo de cobre nos trae de cabeza. En los últimos años era como el oro, con la diferencia de que si te lo robaban, no había manera de identificar que el material robado era exactamente el tuyo», añade Marentes.

En su caso, las principales sustracciones las sufrió en obras a las que suministraba material. «Lo robaban, se lo llevaban, lo vendían, y luego bastaba un albarán para que el comprador se lo quedara como si lo hubiera adquirido legalmente», explica. «Ahora no. Ahora si se localiza el material robado, se puede saber que es mío», añade. La empresa avilesina –ubicada en el centro de empresas La Curtidora–, que ha iniciado la introducción del producto en Asturias entiende que el ‘ADN sintético’ puede suponer un arma realmente efectiva contra el robo de cobre. «No sólo marca el material, sino que también se puede utilizar un formato que es como una grasa que se adhiere a quien robe el producto», apunta Mata. De ese modo, el ladrón quedará a su vez marcado con el ‘ADN’ del cable sustraído. En la piel, los rastros del producto –«que no es tóxico», puntualiza Mata, y pueden permanecer hasta quince días en la piel.

De ahí que, en realidad, el antirrobo tenga todo tipo de aplicaciones y formatos –existe incluso un aerosol pensado específicamente para las víctimas de violencia de género, que marcaría al agresor que incumple la orden de alejamiento–, para proteger todo tipo de productos, desde bicicletas a teléfonos inteligentes, herramientas u ordenadores.

 
 
 

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